La iluminación por LED es eficaz, duradera y respetuosa con el medio ambiente. En las bombillas tradicionales sólo un 10% de la energía se destina a hacer que la luz sea visible. La estructura de LED es distinta de la de la bombilla y se basa en la tecnología de chip. El color de la luz de los LED es resultado de los materiales y procesos que configuran el chip.
Las ventajas de los LED respecto a otras fuentes de luz son:
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Proporcionan elevado nivel de brillo e intensidad.
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Elevada eficiencia, consumo bajo.
Ejemplos:
Los Leds blancos han alcanzado un rendimiento de más de 100 lúmenes por vatio en el laboratorio.
Una lámpara halógena de 50W de potencia ilumina 25 lumens/W consiguiendo un total de 1250 lumens. Para conseguir la misma iluminación con una lámpara de LEDs el consumo será 4 veces menor ya que sólo consumirá 13 W (vamos a necesitar 179 LEDs utilizando LEDs de alta luminosidad que iluminan 7 lumens/unidad). -
Bajo voltaje y reducidos requisitos de potencia.
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Fácil control y programación.
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Larga duración, (sustitución menos frecuente y, por tanto, menor cantidad de deshechos). Un Led tienen una vida media de 100.000 horas, frente a 20.000 horas de un fluorescente y a 4000 horas de un halógeno.
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Resistentes a los golpes y a la vibración.
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Utilizan menos energía que la mayor parte de las lámparas.
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No contienen mercurio.
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Baja temperatura: El LED se alimenta a baja tensión, consumiendo así poca energía y por lo tanto emitiendo poco calor. Esto es debido a que el LED es un dispositivo que opera a baja temperatura en relación con la luminosidad que proporciona.